Poco tiene que ver la forma en la que se alimentaban antiguamente con la forma en la que se alimentan en la actualidad. En el pasado, la gente trabajaba mucho el campo, obteniendo de él todo tipo de productos naturales, como frutas, hortalizas y cereales. De igual modo, la crianza de animales permitía obtener carne de primera mano de los ganados ovino, vacuno y porcino. Para terminar, también la leche y los productos lácteos, así como los huevos eran obtenidos directamente de las vacas y las gallinas.

Así era en los tiempos de mis abuelos, no existía la comida tan procesada, pues todo lo obtenían directamente del campo a la mesa, de modo que todo cuanto comían era cien por cien natural, además de tener un sabor totalmente diferente. En esta sección de gastronomía de Las Cuevas de Cañart podréis conocer cuáles eran las comidas típicas según la fecha del año y cómo obtenían los alimentos.

Agradecimientos a la Asociación Cultural El Morrón, quienes publicaron el libro "¡A la mesa, que escullamos!" del cual he podido recopilar la información que aquí se muestra y donde se recogen muchísimas recetas típicas de Las Cuevas de Cañart que poco a poco iremos publicando en nuestro Blog.


¿Qué comíamos en casa?

Sopas de Leche

Almuerzo:


  • Para almorzar, muchos días se comían farinetas, que se hacían con la harina de trigo o de panizo y se apañaban con tostones de pan frito.
  • Otro almuerzo típico eran las sopas escaldadas, elaboradas con trozos de pan casero del horno agregados en una olla con agua hirviendo junto con ajo cortado y un poco de aceite crudo.
  • Por otro lado teníamos las sopas de leche, las cuales hacían poniendo la leche de cabras del rebaño al fuego y antes de que comenzase a hervir, se agregaban trozos de pan cortado en trozos pequeños, azúcar al gusto y a fuego lento se removía hasta que quedase empapado por la leche.
  • Por último no podía faltar en los almuerzos el huevo frito hecho en el fuego bajo de leña y sardina salada de cubo frita con jamón.

Comida:


  • A la hora de la comida, un plato típico era un buen cocido de garbanzos, donde se ponía carne, desperdicios de pollo y un buen hueso de pernil con jamón y pelota, y del caldo que quedaba se hacía sopa. Después de los garbanzos, con la carne todavía alcanzaba para hacer carne de cordero asada.
  • También era un plato típico para la comida, que valía como primer y segundo plato, un puñado de judías metidas en un puchero, un trozo de esquinazo de cerdo, un trozo de tocino y dejar cocer lentamente. A mitad de cocción, se agregaba un trozo de col, una patata, una pella y una morcilla. Las judías con col eran para primero y todo lo demás de segundo.
  • Otro menú consistía en un primer plato de patatas y cebollas asadas; las patatas se aliñaban luego con sal y aceite crudo, y las cebollas para ensalada aliñadas con aceite, sal y vinagre. De segundo se hacía lomo, longaniza o güeña, que eran de la matanza del cerdo criado en casa; esto se freía y se ponía en conserva.
Judías con patatas, col y morcilla

  • Otros manjares que solían cocinarse para comer eran las tortillas de patata y cebolla o de acelgas; la paella de arroz con conejo; fritadas de calabaza con patata y cebolla; patatas cocidas con fideos o arroz y un trozo de lomo, morcilla o pellas del día de la matanza.
  • Cuando comíamos en el monte, la mayoría de las veces comíamos un plato compuesto por patatas, arroz y bocaos de la olla, que era la conserva del cerdo, todo esto sofrito con unos trocicos de cona del cerdo con aceite de oliva, cebolla, dos dientes de ajo, unas rodajas de chorizo, pimientos verdes y rojos y tomates. Cuando estaba dorado, se echaba el agua y las patatas hasta que hervían y se agregaban los bocaos de la olla, el arroz y la sal y se dejaba hervir.
  • En los días de nieve, era típico cocer lentamente una patata cortada fina con un poco de harina. Cuando estaba cocida, se freía pan tostado y se agregaba para comerlo.

Pan de Higo

Merienda:


  • Una merienda muy típica por aquel entonces y que les encantaba a todos los niños, eran las rebanadas de pan casero del horno preparadas con vino y azúcar, o también existía otra variante y podían prepararse con aceite y azúcar.
  • Otra merienda muy común era el Pan de Higos. Se ponían las higas a secar abiertas del todo y cuando estaban casi secas, se cortaban con unas tijeras en un barreño, se ponía azúcar, anís en rama, anís de licor dulce o cazalla y almendras cortadas; todo esto a gusto de cada uno. Luego todo bien masado hasta conseguir una gran bola de la cual, se coge una bola pequeña y se vuelve a masar. A continuación, se le da la forma de pan redondo o alargado en un mármol, se pone un poco de harina para que no se pegue, se le dan unos buenos golpes, se secan unos días a la sombra y listos para comer en rebanadas.
  • Muy típica también la mermelada de moras, elaborada con las moras que se recogían con cuidado del campo, bien lavadas y escurridas se trituraban posteriormente con el minipimer y se pasaban por el pasapuré con el rallo pequeño una o dos veces. Esta pasta se pone en una tortera al fuego, cuando lleva un rato hirviendo se agrega el azúcar poco a poco hasta que se ponga espeso y después se echa esta mezcla en tarros y al baño maría.

Cena:


  • Para primer plato solía cocinarse sémola de trigo, que se molía para tal fin en el molino del pueblo. Se aliñaba con tostones de pan fritos.
  • De segundo plato eran típicas las pellas fritas o también las morcillas o fricandeos asados. Todo esto hecho de la matanza del cerdo.
  • Finalmente los postres podían ser frutos secos, algunos elaborados en casa. A parte de almendras y nueces, se contaba también con los exquisitos Orejones, hechos del melocotón. Se cortan estos de forma espiral y a continuación se dejan secar varios días en una cuerda. Así mismo, en un cañizo se ponían a secar ciruelas, azarollas y los higos.
Sémola de Trigo


Elaboraciones Caseras

Horno de Pan Cocer

El día que masábamos:


Cada vez que se masaba había que guardar medio pan en masa, se masaba bien y se metía en una cazuela bien preto para que se ponga agrio y así se obtenía la levadura casera, imprescindible para hacer el pan. Si unos diez días no podías masar, volvías a remasar la levadura y se podía utilizar de nuevo.

La mañana que se masaba había que levantarse temprano. Primero se calentaba el agua y una vez caliente se abocaba en la artesa donde ya tenías la levadura casera y la de cerveza o "de compra", que si no se disponía podía sustituirse por patata cruda rallada. Se disolvía bien la levadura y luego se agregaba agua con sal. Se amasaba bien y cuando se podía coger la masa en pastones, se le daban "puños".

Cuando estaba bien masada se tapaba con el masero y a las dos horas ya había crecido, le dabas unos puños más y la metías en la canasta con los maseros y se llevaba al horno de pan.

Allí la masa se colocaba en el tablero con la masera blanca, con la llave se cortaban los panes y bollos y se metían a cocer, primero los bollos y después los panes. Se les hacía una seña para saber a quién pertenecían. A parte del pan, podían prepararse pastas como magdalenas, mantecados, tortas de alma, almendrados, mostachones o brazos de gitano.


Molinos de Harina y Aceite:


La gente guardaba el grano en sus casas y cuando se necesitaba, se subía al molino con las talegas cargadas en las caballerías para molerlo allí. Estas talegas venían marcadas para identificarlas. Se pagaba en especie, de cada talega el molinero cobraba un "almud" (aproximadamente 2kg de grano).

Primero para moler había que porgar el trigo con una "limpia" (máquina de limpiar trigo), después se echaba en una "orenza", de allí caía en una piedra que era la que molía, movida con la fuerza del agua que bajaba de la balsa. Una vez molida se pasaba por un "cernidor" con tres salidas: una para la harina, otra para el salvado y otro para la tercerilla.

La molienda del aceite se hacía desde mitad de diciembre hasta el mes de marzo. Las olivas se traían en sacos encima de las caballerías y se pesaban para contar los kilos. Se molían todas juntas y se daba el aceite que les correspondía dependiendo de la calidad de la cosecha de cada año.

Molino de Harina

Las olivas se abocaban en una trituradora que las machacaba, a continuación pasaban por el rollo donde se acababan de moler y esa pasta se echaba en capazas. En cada pie se ponían unas 80 capazas. Una prensa hidráulica apretaba esas capazas y salía el aceite que iba a los depósitos. Todo funcionaba gracias a la fuerza del agua. En Las Cuevas de Cañart había oliveras de Impeltre, Morenilla, Manzanilla, Royuela, Huesarrudas y Carrasqueñas.



Colmenas de Miel Antiguas

La Miel y la Vendimia:


Antiguamente, los panales los hacían las abejas dentro de unos cilindros de corcho hueco que se llaman zuros o vasos. En la sitiada, los vasos se colocaban boca abajo con una piedra encima para que el aire no los volcara. En la parte de abajo tenían un agujero por donde entraban las abejas.

Si era buen año, se cortaban entre abril y San Juan dos veces. Para cortarlos se ponía el vaso boca arriba y un vaso pequeño inclinado sobre la boca, el esporgador. Con dos piedras se daba a cada lado del vaso hasta que las abejas subían al esporgador.

Se quitaban los palos que cruzan el vaso, las brocas, con una mordaza, y con una cortadera se cortaban los paneles despegándolos del vaso. Ya fuera se colocaban las brescas en un recipiente, se cortaba lo que tenía la miel y el resto se volvía a colocar en el vaso.

Los campos de las uvas estaban en las zonas llamadas "conilleros y coscollares", la vendimia se comenzaba en Octubre. Había uvas de variedades, como pezón de vaca, moscatel, garnacha y cojón de gato. De ellas salía vino tinto o clarete. Para recogerlas sólo hacía falta un cuchillo o tijeras, un cubo, unas banastras (cestas grandes de mimbre) y las portaderas, que son como un cesto pero de tabla y con unos hierros o cercillos para aguantar las tablas, que había que poner en el agua para que se hincharan y así al picar las uvas dentro el caldo o mosto no se saliese.

Una vez cogidas las uvas se cargaban una portadera por cada lado de la caballería y se llevaban a casa. Se picaban en las portaderas con una teja y se echaban a un tonel grande para que fermentase unos 15 días. De ahí salía el primer vino. El resto que quedaba dentro del tonel se llamaba brisa, que se sacaba y se ponía a prensar. Este vino ya iba a los toneles que son de madera y cuando llevaba un tiempo en ellos, se pasaba a otro tonel.



El Matacerdo:


El día de antes ya se tenía que ir preparando todo y se avisaba al "matarife". Se pelaba y cocía la cebolla y se dejaba "escorrer" colgada. Otra faena que se hacía eran las sopas de todo el pan seco guardado. La mañana del matacerdo se encendía lo primero el fuego y se colocaba el caldero para tener agua caliente para poder escaldar el cerdo. Una mujer de la casa era la que regiraba la sangre para que no se cuajara y poder luego aprovecharla. Una vez troceado y el banco vacío, los hombres comían la fritada, primera comida típica del día del matacerdo

Unas mujeres se iban a lavar las tripas que se aprovechaban todas, las de grasico para embutir las morcillas y las longaniceras para embutir chorizo y longaniza. La cabeza se cuece, el liviano, los riñones y la lengua en una olla con sal y esta carne cocida se desmenuza y mezclada con tocino se "picola", se le agrega canela y pimienta y se embute la "güeña", que es el embutido que antes se come porque aguanta menos.

Utensilios de la Matanza del Cerdo

Se prepara el caldero con agua hirviendo para cocer las morcillas y pellas: para las morcillas se ponen 3kg de arroz cocido, 1kg de cebolla cocida y picada, 2 cucharadas de canela, 1 cucharada de pimienta y 1 de sal. Se pone manteca en una sartén, se fríe y se echa en la pasta de las morcillas, agregando la sangre al gusto. Se mezcla bien y se embuten las morcillas y luego se echan al calcero para cocerlas.

Las pellas se preparan friendo en una sartén grasicos, se ponen en un barreño las sopas que hemos hecho de cinco panes, los grasicos, 2 cucharadas de canela, 1 cucharada de pimienta, media de clavo, 3 cucharadas de anís en rama y la sangre, todo bien masado. Se hacen bolas gordas y luego se hacen las pellas con bolas pequeñas. El chorizo y longaniza se podían masar ese día y dejarlo para embutir al siguiente.

Se elaboraban muchas recetas con lo que se preparaba ese día, por ejemplo la Fritada del día del matacerdo, las morcillas sin budillo, las morcillas con miel, pellas de cebolla, tostadas del matacerdo y por último la conserva del cerdo. Había una tonadilla que decía: "Cuando más goza un baturro es cuando mata el tocino, la noche que va de ronta y el día que vende el vino".